jueves, 12 de agosto de 2010

El «balconing», un juego que ya se ha cobrado 11 vidas este año

Al menos once personas han muerto, cuatro en los últimos días, practicando la actividad de moda entre los jóvenes extranjeros, el balconing, que consiste en saltar de balcón en balcón.

Jóvenes de vacaciones, en su mayoría turistas alemanes y británicos llegados a España, bailan, toman alcohol y, en algunos casos, también drogas. Tras la juerga, es el momento de regresar al hotel. La diversión continúa allí con una práctica temeraria que genera adrenalina, pero tiene todas las cartas para terminar en tragedia: saltar de balcón en balcón o lanzarse desde la terraza a la piscina. En lo que va de verano, una treintena de jóvenes se han precipitado al vacío al hacer balconing, actividad que según los servicios sanitarios se repite cada año. De los accidentados, cuatro han muerto en Mallorca e Ibiza en los últimos días, sumándose a los siete fallecidos entre enero y junio por esta práctica.

Los últimos casos se produjeron el lunes de madrugada. Dos varones de 18 años cayeron desde sendos balcones de habitaciones de hotel en Magaluf, centro turístico de Calvià. Ambos fueron ingresados en centros hospitalarios y dados de alta a la mañana siguiente.

Además, un joven británico de 20 años se debate entre la vida y la muerte tras precipitarse al vacío el pasado domingo. Se cayó desde un tercer piso en Ibiza. «Eso aquí se ha visto desde hace tiempo, pero lo de este año ya parece una plaga», dijo a medios españoles el recepcionista de un hotel de la localidad mallorquina de Alcudia. «Llegan bebidos o drogados y continúan la juerga en la habitación. Si los pillas, te dicen que han perdido las llaves, pero la mayoría de las veces es que intentan saltar a la habitación de las chicas, o piensan que pueden llegar hasta la piscina», indicó.

Un accidente cada dos días

Los jóvenes también realizan esta práctica en apartamentos turísticos de alquiler y hasta en sus propias casas. Las hazañas, cuando se consiguen, se cuelgan en muchas ocasiones en Internet. En las Islas Baleares se registra de media un accidente cada dos días por esta causa, según estimaciones publicadas por la prensa local. El perfil habitual de un «precipitado», como se habla ya de quien cae de un balcón, es el de un joven turista extranjero, en la mayoría de los casos, de en torno a los 20 años, que ha tomado alcohol y drogas. Las zonas en las que más casos se dan son las de Magaluf, Palmanova, El Arenal y Alcudia, todas ellas en Mallorca, y Plaja d'en Bossa, en Ibiza.

Ha habido casos en los que el golpe ha quedado solo en una pierna o un brazo roto. Otros sufren politraumatismos. En los casos más graves, alguno de los accidentados se ha abierto la cabeza, como el joven británico que se debate entre la vida y la muerte en el hospital Son Dureta de Palma.

El sector turístico balear está empezando a temer que estos accidentes de jóvenes temerarios puedan empañar la imagen de las islas como destino de vacaciones. «No nos interesa que se nos vea como el paraíso del desmadre», dijo el director de un hotel de Ibiza. Por eso, muchos hoteles y apartamentos han puesto ya barandillas y mamparas extra a modo de refuerzo de la seguridad. «Estamos tratando de limpiar nuestro nombre y lo vamos consiguiendo, la política del 'todo vale' ya no funciona», manifestó el portavoz de una asociación hotelera en Mallorca.

miércoles, 4 de agosto de 2010